domingo, 15 de noviembre de 2015

La pulsera roja



Cuando se hospitaliza a alguien en Estados Unidos, se le pone en la muñeca una pulsera blanca con su nombre. Sin embargo, hay otras de colores diferentes que simbolizan otras cosas. A las personas que mueren, por ejemplo, se les colocan pulseras rojas.
Un cirujano que solía trabajar por la noche se había cambiado recientemente de hospital. Había acabado su última operación y se dirigía al sótano. Entró en el ascensor y se encontró con una paciente. Habló despreocupadamente con la mujer mientras el ascensor bajaba. Cuando el ascensor paró, vieron a otra paciente que iba a entrar pero el doctor presionó el botón rápidamente para cerrar las puertas de nuevo y pulsó el que llevaba al piso más alto. Sorprendida, la mujer reprendió al médico por ser tan grosero y le preguntó por qué no dejó entrar a la otra paciente.
El doctor dijo: "Esa es la mujer que acabo de operar. Murió en el quirófano. ¿No viste la pulsera roja que llevaba en la muñeca?"
La mujer sonrió, levantó el brazo y preguntó: "¿Una cómo esta?"


Traducido por Nyx.


sábado, 31 de octubre de 2015

Halloween


En muchos países, la noche del 31 de octubre se celebra Halloween. Los disfraces, las calabazas y los caramelos son algunos de los elementos que nos vienen a la cabeza cuando pensamos en este día pero, ¿siempre ha sido así? ¿Cuáles son los orígenes de esta fiesta?
Para encontrar el origen de Halloween, también conocido como "All Hallow's Eve" (Víspera de Todos los Santos), hay que remontarse unos 2000 años atrás. Los celtas celebraban el 31 de octubre una fiesta llamada Samhain que en gaélico significa "fin del verano". Marcaba el final de esta estación (y con ella la época de la cosecha). El 1 de noviembre era considerado el día del inicio del año nuevo y del frío y oscuro invierno, la estación que se asociaba con la muerte de las personas.
Los celtas creían que en la víspera, el día 31, el límite entre el mundo de los vivos y el de los muertos se volvía más delgado. Por un lado, esto podía suponer que los fantasmas de los muertos volvieran a la tierra y causaran problemas. Por otro, pensaban que la presencia de estos espíritus facilitaba a los druidas (sacerdotes celtas) hacer predicciones del futuro, profecías que confortaban a un pueblo dependiente de la inestable Madre Naturaleza. 


Los druidas construían hogueras sagradas y la gente quemaba algunos cultivos y animales como sacrificio a sus dioses y para mandar a los espíritus de vuelta a su mundo. Los celtas llevaban disfraces hechos por lo general con cabezas y pieles de animales. Cuando acababa la fiesta, volvían a prender las hogueras que ya se habían apagado para protegerse del frío de la nueva estación que empezaba.
Después, con la influencia de la religión cristiana, esta fiesta se mezcló con el conocido como Día de Todos los Santos. Aún hoy se celebra el 1 de noviembre y está dedicada a los santos y mártires. 
En el siglo XIX, con la llegada de inmigrantes irlandeses a América durante una devastadora hambruna, se extendió la tradición de celebrar Halloween. Los niños se disfrazaban e iban casa por casa pidiendo comida o dinero y asustando a la gente, lo que un tiempo después daría lugar a la tradición del "trick-or-treat" (truco o trato).

Supersticiones

Halloween siempre ha sido un día cargado de supersticiones. Algunas aún perduran. Tanto si es por miedo a la mala suerte como por pura costumbre, la gente evita cruzarse con gatos negros, pasar por debajo de escaleras o romper espejos. 
Sin embargo, antiguamente había otras supersticiones que con el paso del tiempo quedaron obsoletas o se olvidaron. Muchas de ellas se centraban en el futuro y la vida, especialmente de las mujeres jóvenes que querían saber quién sería su marido y si para el siguiente Halloween ya estarían casadas. 
Sucediera de una forma o de otra, con supersticiones o sin ellas, la tradición se ha mantenido durante siglos y Halloween se celebra cada vez más en todo el mundo.

¡Feliz Halloween!


Fuentes: 

Imágenes:

lunes, 26 de octubre de 2015

Algas


Mi abuela creció en la época de la Ley Seca en Chicago. Su familia vivía en una casa pequeña cerca del puerto y uno de sus primeros recuerdos fue que en un verano particularmente caluroso cuando buscaban un respiro del calor, su hermana y ella descubrieron una zona del paseo que no se solía utilizar cerca de un almacén abandonado. Todos los días durante varias semanas, las dos niñas caminaban hasta el embarcadero y se sentaban juntas en el borde del muelle hasta que el sol se pusiera. Mi abuela recordaba vivamente y con cierto cariño cómo sentía las algas moverse entre los dedos de los pies y a su hermana y a ella balancearlos en el agua turbia.
No fue hasta unos años después que volvió al muelle y vio que habían derribado el almacén. Por curiosidad, consultó al Departamento de Planificación y Desarrollo. Al parecer, el almacén fue propiedad durante un tiempo de la mafia que lo estuvo utilizando como base de operaciones de un local de prostitución. Se descubrió cuando un socio empezó a "eliminar" a las prostitutas que competían entre ellas recubriendo sus pies con hormigón fresco y arrojándolas al puerto. Los investigadores recuperaron cerca de dos docenas de cuerpos de las aguas de un embarcadero apartado.
¿Cómo se descubrieron los cuerpos? Un pescador que pasaba por allí vio el pelo de algunas de las víctimas flotar cerca de la superficie del agua, como las algas.

Traducido por Nyx.

Creepypasta original: http://www.creepypasta.com/seaweed/


domingo, 18 de octubre de 2015

Los vecinos


Esta semana me he mudado a una casa nueva. Está muy bien. Tiene dos pisos, tres dormitorios, dos baños, un jardín vallado y una cocina grande. El árbol de la parte de adelante de la casa es lo suficientemente alto y robusto como para bloquear las ventanas del salón desde la calle. La presión del agua es magnífica, los armarios son espaciosos y los suelos de madera son nuevos. El único problema que tengo es que mis vecinos hacen mucho ruido. Nuestras casas están pegadas por un lateral, por lo que compartimos una de las paredes del salón, de una habitación y de la cocina. Todo el día puedo oír los golpes que dan en su cocina, el audio de las películas que ven, sus conversaciones y el llanto de su hijo. Es un poco molesto pero puedo vivir con ello, supongo.
Sin embargo, lo que realmente me inquieta empezó esta mañana cuando estaba en la ducha. Normalmente, me gusta poner música mientras me baño pero hoy prefería disfrutar del silencio. Todo estaba tranquilo hasta que, mientras me lavaba el pelo, oí a mis vecinos hablar desde el otro lado de la pared. No entendía lo que decían pero sonaba raro. Parecía como si estuvieran hablando entre dientes, susurrando, y de vez en cuando riéndose en silencio pero no entendía cómo podía oírlos si estaban diciendo cosas en voz baja. Pensé que debían estar por azar cerca de su lado de la pared para que pudiera escucharlos mientras me duchaba.
No pensé mucho más en este incidente hasta que salí de la casa para ir a trabajar una hora después. Cuando estaba abriendo la puerta del coche, me di la vuelta porque sentía que había olvidado algo. En el momento en el que miré hacia la ventana de mi dormitorio, me di cuenta de que la casa de los vecinos está pegada a la mía en el extremo opuesto al baño. Al otro lado de la ducha está el armario de mi habitación.

Traducido por Nyx.



sábado, 15 de agosto de 2015

Un poema por tu corazón


Mi amor por ti es tan profundo, cálido y claro,
que en mí toda la noche perdura la alegría que me has dado.
Tu sonrisa es siempre tan auténtica,
¿no lo ves? Soy quien te desea.

De todas las chicas que he llegado a amar,
tu estás por encima de ellas, mucho más allá.
Tus ojos brillan tanto,
que iluminan mi existencia.
Mi amor es más profundo que cualquier contienda.

Aunque ya no me ves,
sé que me aprecias.
Si bien durante algún tiempo,
he estado bajo tierra...

Aquella horrible noche
cuando estábamos helados y perdidos,
te abracé fuertemente para protegerte del frío...

No puedo creer que lo hicieras,
ni siquiera en mi peor pesadilla.
Dijiste que para siempre me amarías.

Me has mentido mi amor
y eso me causa mucho dolor.
Ahora presta atención
a los sonidos de tu habitación.
Pero no dejes que te aterren,
ahora descansa, solo duerme.
Por la mañana puede que me lamente.

Dije que te quería,
pero con tu sangre arreglarlo podría.
Ahora que sientes el horror,
vengo... a por tu corazón...


Traducido por Nyx.

miércoles, 22 de julio de 2015

Ángel guardián


Y siempre estoy contigo.
Estuve ahí desde el momento en el que naciste. Estuve en el paritorio y antes de que pudieras siquiera abrir los ojos yo ya te estaba mirando fijamente. Tus padres, familiares y los médicos no podían verme allí en la esquina, observándote con mis ojos opacos, pero estuve ahí desde el momento en el que naciste.
Y te seguí hasta casa.
Estuve contigo siempre, era tu compañero inseparable. Te divertías con tus juguetes mientras yo te observaba silenciosamente por todos los ángulos de los espejos que estaban cerca, con el pelo enmarañado y pegado como pegamento por el sudor que caía por mi abultada frente. Siempre fui tu compañero inseparable, el que vagaba detrás del coche de tu madre cuando te llevaba a la guardería. Parecía que te encontrabas solo en el baño pero yo estaba al otro lado de la puerta. El aire silbaba a través de la cavidad magullada de mi garganta. Con los brazos torcidos y colgando de las articulaciones, me mantenía encorvado al otro lado de la cortina de la ducha. Espero y te sigo. Te sigo y vago detrás de ti.
No me ves. Casi no soy visible a la luz del día. No me viste esa mañana cuando me senté enfrente de ti en la mesa durante el desayuno. Un coágulo rojo y brillante se salía del hueco de un diente ausente cuando te miraba boquiabierto de forma grotesca. A veces me pregunto si sabes que estoy ahí. Creo que eres consciente de mi existencia pero nunca te has dado cuenta de lo cerca que estoy.
Paso varias horas del día no haciendo nada más que respirar en tu oído. Respirando; silenciándote, más bien.
Ansío estar cerca de ti, siempre he querido rodear tu cuello con mis heridos brazos. Me tumbo a tu lado todas las noches al lado de la cama y observo el techo y tu cara dormida en la oscuridad con mis ojos opacos.
Sí. A veces me has pillado mirándote. Tus padres vinieron corriendo a tu habitación una noche cuando gritaste. Estabas empezando a hablar, así que solo podías decir entre sollozos: "¡Un señor! ¡Un señor en mi cuarto!" Creías que nunca olvidarías haberme visto con la mandíbula caída balanceándose hacia adelante y hacia atrás. Me metí en el armario y tu madre fue incapaz de encontrarme aunque tú apuntabas y apuntabas y apuntabas. Creías que nunca lo olvidarías cuando volvieron a su habitación esa misma noche. Oíste que la puerta se abría suavemente con un chasquido y me viste reptar por el suelo hasta tu cama. Arrastré mis extremidades desencajadas debajo de la cama con movimientos espasmódicos.
Aprendiste tres palabras nuevas gracias a mí: hombre del saco. Pero no soy el tipo de monstruo que creías que era. Solo te observo, espero y te toco la cara con mis dedos nudosos mientras duermes.
Me verás de nuevo pronto. Cualquier día de estos, vendré, directo y tajante. Un día cruzarás la calle y (creo que me abriré paso hasta ti con un rugido y un chillido) rodarás por el asfalto, rodarás por debajo de las ruedas, chocarás con los guardabarros metálicos de los coches y mis dedos tocarán tu cara una y otra vez.
Cuando levantes la vista del frío asfalto con ojos opacos, tu pelo enmarañado y pegado caerá por tu cara y tu mandíbula desencajada se balanceará sobre tu pecho.
Verás que me acerco.
Nadie más me verá. Mirarás más allá de ellos fijamente a mis ojos y yo te devolveré una mirada lasciva. Por primera vez en nuestras vidas, algo parecido a una sonrisa se dibujará en mi cara. Pensarás estar mirando a un espejo cuando veas pequeñas burbujas rojas coagulantes salir de nuestras bocas.
Me inclinaré, más allá de los médicos y los mirones, y te levantaré en mis torcidos brazos. Nuestras caras se tocarán. Mis alas se desplegarán y entonces tendrás que seguirme.
Y siempre estoy contigo.
Soy tu ángel guardián.


Traducido por Nyx.



martes, 23 de junio de 2015

Las tres de la mañana

Mi prima se ha venido a América hace poco desde Secunderabad, India. En un viaje reciente por carretera para conocer el continente, íbamos diciendo tonterías, contándonos historias de fantasmas y riéndonos de las similitudes y diferencias entre las originarias de América y las de India cuando le pregunté si había tenido alguna experiencia paranormal. Ella abrió mucho los ojos al mismo tiempo que desviaba la mirada hacia la ventana. Cuando me estaba hartando del silencio, me respondió en voz baja:
-Sí. Algunas. Una muy perturbadora.
"Durante el segundo año de facultad, me alojé en una residencia solo para chicas. Hice varias amigas y todas estábamos felices por estar en la universidad lejos de nuestros conservadores padres. Estar en la residencia era muy divertido pero el edificio era muy, muy antiguo. Solo había electricidad en las habitaciones. A veces, si estaba el vigilante, se ponían velas en las ventanas pero normalmente una vez que salías de los dormitorios, te encontrabas en oscuridad absoluta. Solíamos despertar a alguien para que nos acompañara si necesitábamos ir al baño al final del pasillo. Todas teníamos un miedo infantil a estar solas en la oscuridad.
Una noche tenía que ir al baño. Eran más o menos las 3 de la mañana. Me acerqué a la cama de mi amiga y le di un golpecito en el brazo. Abrió los ojos tan rápido como la toqué. Me disculpé por molestarla y le dije que tenía que hacer pis. Me sonrió y saltó de la cama. 
Todo el tiempo que tardamos en recorrer el pasillo, estuvo riéndose y bailando. No podía verla pero oía que sus pulseras chocaban y las campanitas en sus tobillos tintineaban dulcemente. Era muy tranquilizador. Me reí y comencé a mover yo también las caderas con ella, aunque estaba muy cansada para hacer movimientos elaborados de brazos. Ella no me dijo nada. A veces la oía tararear una de sus canciones favoritas de Bollywood. Lo mismo hicimos en el regreso. Me quedé dormida en seguida.
A la mañana siguiente, me desperté bastante tarde por el ruido que hacían unos hombres en nuestra habitación. Habían rodeado su cama. Salí corriendo de la mía, preparada para proteger a mi amiga cuando me di cuenta de que eran los gerentes de la residencia. Me acerqué más. Los ojos sin vida de mi amiga miraban fijamente hacia mi cama, la misma sonrisa en su cara. Suicidio.
La hora de la muerte fueron las 23:30, casi 4 horas antes de despertarla."

Traducido por Nyx.



domingo, 17 de mayo de 2015

La errante


En los años 90, una chica se suicidó después de ver una fotografía publicada en un antiguo foro. En la imagen aparece una figura (que algunos identificaban como una mujer) en el medio de una carretera solitaria. La silueta es transparente hasta el punto de que sus piernas son apenas visibles y una fuente de luz desconocida la ilumina desde la dirección de la cámara.
Si son faros de coche, una linterna de mano o el flash de la cámara no se sabe con seguridad, puesto que nunca se ha identificado a la fuente real de la imagen. No se distinguen rasgos en la cara pero la figura se ve por sus largas y escuálidas extremidades que en parte parecen las patas de una araña. Aquellos que han visto la imagen o saben de su existencia conocen a la silueta como "La errante".
El primer informe conocido sobre "La errante" data de 1996. Jane, una chica que estudiaba en la universidad y que estaba visitando a su familia durante las vacaciones, tenía un interés especial por lo paranormal. Vio la imagen de "La errante" en un foro junto con un mensaje que decía: "¿Me ves? Yo también te veo."
Docenas de usuarios vieron la misma publicación. Muchos no le dieron importancia y dijeron que era algo "divertido". Algunos en verdad se quejaron de haber sufrido dolores de cabeza mientras miraban la imagen. Protestas similares se han estado haciendo desde entonces.
Según la familia de Jane, la chica empezó a tener pesadillas por las noches después de ver la imagen. Afirmaba que al despertarse veía a "La errante" por la ventana, que a veces rayaba el cristal con sus extremidades parecidas a las de un araña. Otras veces solo se quedaba allí y la observaba. Jane sentía que en su presencia no podía moverse como si varias manos invisibles la estuvieran reteniendo. Incluso cuando cerraba los ojos, la seguía viendo.
Su familia estaba segura de que solo estaba asustada por una imagen que había visto en internet y que tenía pesadillas como consecuencia de ello. Jane dijo haber visto a "La errante" en su vida diaria. Estaba convencida de que la seguía. La veía en habitaciones tanto llenas de gente como vacías, aunque nadie más la percibía. Su familia empezó a temer por su cordura pero solo le aseguraban que "La errante" no era real.
Sin embargo, Jane empeoró. Llegó a hacer cualquier cosa para mantenerse despierta por la noche. Empezó tomando cafeína para mantenerse activa pero rápidamente pasó a cortarse y gritar durante toda la noche. Poco tiempo después, no dormía nada. Estaba convencida de que si se quedaba dormida, "La errante" se la llevaría.
La familia sabía que se podía esperar a que mejorara. Jane necesitaba ayuda. No obstante, cuando su madre llamó a la puerta de la habitación de su hija, no recibió respuesta. Cuidadosamente, la abrió sin querer molestarla o asustarla pero aun así no oyó nada.
Jane no estaba en su cama, ni sentada en el ordenador. Parecía que no estaba en la habitación hasta que su madre miró en el armario.
Allí  encontró a Jane, acurrucada en una de las esquinas. La sangre cubría la parte delantera de su cuerpo y parecía haber salido del largo corte que cruzaba su garganta. Tenía en una mano una nota manchada de sangre que decía: "ya no podrá tenerme".
El caso de Jane no es único. Durante el resto de los años 90, docenas de personas desaparecieron o se suicidaron después de ver la imagen de "La errante". Desde el cambio de siglo (a pesar de mis grandes esfuerzos en localizar la foto) parecía que había desaparecido. 
Aun así, hace poco pregunté en uno de esos foros si alguien había oído hablar de "La errante". He hecho esto varias veces antes y normalmente una o dos personas decían haber oído la historia pero nadie había visto la imagen. Esta vez fue diferente. Poco después de publicar, recibí un correo.
El asunto del correo era: "PUEDO VERTE". En el mensaje solo ponía: "¿Me ves? Yo también te veo".
Había una imagen adjunta al mensaje. No puedo confirmar si es la fotografía verdadera de "La errante" o no pero debo advertirte que si eliges verla, lo haces bajo tu propio riesgo.


Traducido por Nyx.



domingo, 10 de mayo de 2015

Número de confirmación


Cuando el empleado escaneó mi billete, la máquina pitó y resonó de forma penetrante. 
-Señor, creo que hay un error en su billete. El número de confirmación no coincide con nuestros archivos. ¿Puede esperar un momento en un lateral? 
Cuando el último pasajero atravesó la puerta, un mensajero llegó con un sobre de manila. El empleado lo hojeó rápidamente hasta encontrar lo que buscaba.
-Como sospechaba, ha habido un error administrativo. Pasa más a menudo de lo que cabría esperar. Le pido disculpas -explicó el empleado mientras rasgaba el billete por la mitad.
Una luz intensa me cegó. Cerré los ojos y cuando los abrí estaba en una cama de hospital rodeado por médicos y enfermeras que parecían aliviados de que me hubiera despertado. Solo duró unos segundos, hasta que una máquina pitó y resonó de forma penetrante en la cama de al lado.

Traducido por Nyx.



domingo, 3 de mayo de 2015

4:03


Son las 4:03 de la mañana y me despierto gritando. Ha sido un sueño. En mi sueño, veía cómo una criatura asesinaba a todas las personas que conocía o quería. Era baja y gorda y tenía los brazos largos y muy delgados, que acababan en unas garras que parecían espadas. Sus ojos eran cortes rojos que se iluminaban en la oscuridad y sus dientes, largos como cuernos y afilados como cuchillos de carne. Me miró después de matarlos y se rio antes de desgarrar a mis seres queridos con sus garras puntiagudas. ¿Cómo nos ha encontrado? 
Me engañó para que lo dejara entrar en casa imitando la voz de mi padre. Después de arrancarle el corazón a mi madre, me dijo que no podía pasar sin permiso. El sueño acabó con la criatura caminando hacia mí lentamente con una risa crepitante y perversa y arrastrando las garras por el suelo. Grité y me senté. 
Ahora estoy en mi habitación, en mi cama, a salvo de nuevo. Son las 4:03. Oigo que alguien llama a la puerta y me quedo paralizado al instante. 
-Tommy, te he oído gritar. ¿Estás bien? -oigo decir a mi madre. Qué alivio, mamá está aquí.
-Estoy bien, mamá. Solo fue una pesadilla -contesto, más aliviado.
-De acuerdo, cariño. Te he traído un vaso de agua, ¿lo quieres? -dice mi madre.
-Claro, entra -le contesto. En cuanto esas palabras salen de mi boca, me doy cuenta de que es septiembre y que ya hace tres semanas que me he mudado a la residencia universitaria.

Traducido por Nyx. 

Creepypasta original: http://www.creepypasta.com/403/


lunes, 27 de abril de 2015

Despierto


Estoy despierto.
Hay mucha luz aquí. Demasiada. ¿Qué es este lugar? ¿Una prisión? ¿Un hospital? Hay cuatro paredes sólidas, un catre duro y un pequeño respiradero. ¿Y la puerta? No veo ninguna. ¿Dónde demonios estoy? ¿Cómo llegué hasta aquí?
Piensa... ¿Qué pasó? Trata de recordarlo... ¿Dónde estuve anoche? ¿Dónde dormí? Joder... no me acuerdo.
¡No me acuerdo ni de mi maldito nombre! ¿Quién soy? ¡ESPERA! Mira a tu alrededor, idiota. Encerrado en una habitación. Estoy en un manicomio. ¡Eso es! ¡Estoy loco! O estaba loco. Ahora soy consciente de ello. ¿Estoy curado? ¿Puedo irme?
Me levanto. Examino mi cuerpo. Estoy desnudo y extremadamente limpio como el resto de esta habitación. Todo lo que está a mi alrededor es blanco e impecable. Hay tanta maldita luz aquí.
-¿Hola? ¿Hay alguien aquí? ¡Necesito ayuda! -grito. No hay respuesta- ¡Alguien! ¡Por favor!
Empiezo a caminar por la habitación tocando las paredes. ¿Dónde está la puerta? Tiene que haber una puerta aquí. ¿Qué cojones? ¡TIENE que haber una puerta!
No hay nada. Paredes lisas y continuas. Miro debajo del catre para ver si hay algo más, cualquier cosa, en esta habitación. No me sorprende que no haya nada.
¿Estoy en un manicomio? Esto es tan surrealista. ¿Dónde demonios estoy? ¿Por qué no puedo recordar mi jodido nombre?
-¡Hey! Ya te has despertado, ¿verdad? -pregunta la voz de un hombre mayor a través del respiradero. Me precipito hacia él, muy nervioso.
-¡SÍ! ¿Qué está pasando? ¿Quién eres? ¡¿Qué es todo esto?! -grito con entusiasmo. Miro por el respiradero para no ver más que oscuridad.
-No recuerdas nada, ¿verdad? -me pregunta.
-No. No recuerdo nada de lo que pasó antes de despertarme aquí.
-Está bien -dice con un tono de burla-. Creo que lo harás bien.
¿Qué? Estoy tan cansado de esta sensación de estar jodidamente perdido. Quiero entender lo que pasa.
-Por favor -suplico-, ¿qué está pasando? ¿Quién eres? ¿Quién soy?
No escucho nada.
-¡DÍMELO! -grito. El eco lo repite a través del respiradero. Sigo sin obtener respuesta. Las horas pasan.
Me dejan solo con mis pensamientos. Me esfuerzo en llegar a los rincones de mi mente y descubrir quién demonios soy. Esto es tan marciano para mí. No sé por qué, ya que no tengo ningún recuerdo de mi vida con el que compararlo, pero sé que quiero irme de aquí. Tengo que salir de aquí.
Camino cerca de las paredes y toco cada palmo en busca de algo para salir. TIENE que haber algo. ¡No puede ser que este lugar lo construyeran a mi alrededor! ¿Por qué no encuentro nada? 
Las horas pasan y pasan y no consigo nada. Grito para pedir ayuda hasta que se me irrita la garganta pero no hay manera. Si alguien está escuchando, si ese hombre está todavía ahí fuera, no va a responder. Finalmente, exhausto, me echo en el suelo.
Cuando despierto, veo comida. Hay una bandeja con pan, arroz, un filete y un vaso de agua en el rincón. Estoy muy hambriento, por lo que no dudo en caminar hasta allí y empezar a comer. Está delicioso. Soy tan feliz. Cuando acabo todo, recupero el sentido común y empiezo a pensar de nuevo dónde estoy. Me encamino hacia el respiradero y grito:
-¿Hola?
-¡Hola! -oigo responder a alguien con un tono alegre.
-¿Quién eres? -pregunto.
-¿Te gustó la comida? -dice como respuesta.
No estoy de humor para estúpidos juegos. Quiero respuestas.
-¿DÓNDE ESTOY? ¡DÉJAME SALIR DE AQUÍ!
-Saldrás pronto. ¡Tenemos que asegurarnos de que estás sano!
¿Qué cojones? ¿Soy un maldito experimento? Estoy suficientemente sano. Quiero respuestas, quiero saber dónde estoy. Más importante, quiero ser libre.
-¡DÉJAME SALIR AHORA MISMO, MALDITO CABRÓN! ¡QUIERO IRME!
La voz se ha vuelto a marchar. Le grito una vez más, pero es inútil. Estoy solo.
Las horas siguen pasando y yo continúo con mi rutina de buscar una forma de salir. Por supuesto, no encuentro nada. Finalmente, siento la necesidad de utilizar el baño pero no hay ningún sitio al que ir. Lo grito alto pero no me responden. Soy demasiado orgulloso para hacerlo en un rincón. Eso es humillante. No dejaré que me vean así. Si es que pueden verme. Algo me dice que pueden. Siento que me están observando siempre. Un tiempo después, me tumbo y comienzo a llorar. Grito y chillo hasta quedarme exhausto y dormirme.
Algo extraño pasa entonces. Sueño.
En mi mente estoy volando. Hay árboles, ríos, luz solar y todo es muy raro. Puedo sentir una extraña sensación en el estómago y la boca. Duele un poco. 
Me despierto en mi prisión. Todavía me duele un poco el estómago. Lo froto con la mano y siento algo raro. Cuando miro, hay una cicatriz que sobresale. ¿Qué demonios es esto? Siento lo mismo en la mejilla. Estoy estupefacto pero sobre todo enfadado. Están jugando conmigo. Esperan a que me duerma para empezar con sus malditos juegos. Miro a las paredes y grito. Quiero salir de aquí.
-¿Estás bien? -oigo preguntar a una voz familiar.
-¡ME HAS HECHO DAÑO HIJO DE PUTA! ¡ME HAS ABIERTO EN CANAL! ¿QUÉ ME HAS HECHO? -grito mientras golpeo el respiradero tan fuerte como puedo. Lo romperé. Romperé lo que sea para llegar hasta este hombre y OBLIGARLE a darme una jodida respuesta. Lo golpeo y lo golpeo una y otra vez. Creo que lo he roto. No me importa. Continúo aporreándolo y gritando.
-Por favor, cálmate. Siento mucho que te duela. Todo mejorará pronto. ¿Te sientes solo?
Me niego a contestar. Lo ignoraré como él me ignora a mí. Que le jodan. No parece importarle si respondo o no. No le importo. A nadie le importo. Soy un experimento, un maldito juguete.
-Por favor, no te preocupes. Las cosas irán a mejor. ¡Te lo prometo! -dice y se va.
Me siento en la pequeña y dura cama y me miro las manos. Me han hecho tanto daño que no puedo mover un solo dedo sin sentir un intenso dolor en el brazo. Los huesos están colocados en direcciones casuales y apenas parecen humanas. Es ahora cuando me doy cuenta de lo jodido que estoy. ¿Qué me hice? Ese respiradero no se va a mover o romper haga lo que haga. Nada se va a mover o romper. Estoy atrapado. Eso es todo. Estoy atrapado y no voy a ninguna parte. Cuando mi mente comienza a vagar, comprendo algo finalmente. No tendré que moverme nunca más...
Cuando me quedé dormido necesitaba ir desesperadamente al baño. Ahora, sin embargo, esa necesidad ha desaparecido por completo. ¡¿Me abrieron para sacar mi mierda?! ¿Por qué cojones lo harían? ¿Qué está pasando aquí? Intento dilucidarlo en mi mente durante horas, pienso en cualquier posible situación en la que algo de esto tuviera sentido. Medito todo tipo de cosas pero nada encaja. Esto es una locura fortuita y no hay forma de entenderlo. Así que me rindo. Lo acepto. Es todo lo que puedo hacer.
El tiempo pasa.
No sé cuánto tiempo. Me despierto, grito, chillo, lloro. Encuentro comida para mí y la como. La voz habla de vez en cuando y me dice algo sobre tonterías codificadas que no me molesto en entender. Después, me duermo. A veces sueño pero no siempre. A veces son pesadillas: las paredes se cierran cada vez más hasta que no queda nada de habitación y me machacan. Los huesos se rompen y los pulmones se colapsan y yo lo siento todo lentamente. Estoy aterrorizado. Estoy loco. Quiero irme. SALDRÉ de aquí.
Me despierto y el cuerpo me duele aún más. Hay una cicatriz nueva en el pecho a lo largo de mi caja torácica y otra en la cabeza. Son parte de mi vida ahora. Nada nuevo respecto a eso. Aunque estas parecen un poco más grandes de lo habitual y duelen mucho más. Aun así, esto no es, con diferencia, lo más extraño del día. Miro al otro lado de la habitación y no me puedo creer lo que estoy viendo. Hay una chica aquí. Una chica de unos 17 años está tumbada en el suelo dormida en la otra parte de la habitación, completamente desnuda. Es hermosa. Me alegro tanto. No sé qué tienen ellos en mente pero no me importa. ¡Hay otra persona aquí! ¡Alguien a quien tocar, a quien mirar! ¡Alguien que sé que es real! Alguien que puede ayudarme a salir de aquí. Estoy... estoy tan emocionado. Mi mente está acelerada. ¿De dónde viene? ¿Qué debo hacer?
Salto y camino hacia ella. Le rozo el hombro y empiezo a hablar.
-¿Hola? Despierta.
Sus ojos se abren y me miran. Está aterrorizada. No sé por qué cosas ha pasado pero no parece tener el mismo entusiasmo que yo de estar con otro humano. Grita y se encoge asustada en el rincón de la habitación. Intento calmarla pero no sirve de nada.
-¡Por favor, no! ¡No voy a hacerte daño! -dije tan calmado como pude-. ¡Estoy de tu lado! ¡Estoy contigo! Por favor, cálmate. Confía en mí. ¿Estás bien? ¿Sabes dónde estamos?
Ella se mantuvo acurrucada en el rincón.
-Escucha, he estado aquí mucho tiempo. No sé qué es este lugar. ¿Sabes algo de esto? ¿Sabes quién nos tiene encerrados aquí? ¿Hay otros de dónde tú vienes? ¿Sabes cómo te llamas? -le pregunto. Ella responde con un gemido-. Estamos juntos en esto. Estamos juntos aquí. No tienes por qué preocuparte. Estaremos bien. Averiguaremos qué pasa. Saldremos de aquí. ¿De acuerdo? Nos iremos de aquí.
Mis palabras no significan nada. Me doy cuenta de que necesitará algo de tiempo para entender la realidad, así que voy hasta el respiradero y le doy tiempo para que se calme.
-Estará bien -dice una voz a través del respiradero-. Solo necesita tiempo para acostumbrarse a esto.
Ahí debo darle la razón. Quien quiera que sea esta persona, es la que está al mando. Descubrí hace un tiempo que no sirve de nada intentar discutir o persuadirla. Solo miro a la oscuridad del respiradero sin decir nada.
Finalmente, después de horas de sollozos, se calma. Me siento con ella e intento hacerle algunas preguntas. Nunca responde y, de hecho, parece no entender lo que digo. Siento como si el sonido de mi voz la tranquilizara un poco, así que sigo hablando. Le cuento todo sobre mi experiencia aquí desde que me desperté por primera vez. Intento relatar todo detalle que recuerdo de mi vida en esta prisión. Un tiempo después, me abraza y yo me siento muy bien. La piel caliente y lisa de su cuerpo desnudo abrazado a mí es diferente a cualquier otra cosa que he experimentado en esta habitación fría y sólida. Le paso los dedos por el pelo y ella gime suavemente. Estamos sentados en el suelo durante horas. Ahora sé que ella entiende. Somos ella y yo contra lo que sea esto. Pase lo que pase, estamos juntos en esto. 
A pesar de esta jodida situación, me siento mucho mejor ahora. Los días continúan pasando. Las cicatrices empiezan a desparecer pero nadie más viene. La comida llega y ahora contamos con el "lujo" de tener un lugar para ir el baño. La chica y yo nos hemos acercado mucho. Hemos hecho el amor varias veces. Ella es mi todo ahora. Prometo que si intentan alejarla de mí haré lo que sea para evitarlo.
Ahora estamos tumbados en el suelo, besándonos. Acabamos de hacer el amor y ha sido maravilloso. Ella confía en mí y yo en ella. Nunca le haría daño y no dejaría que nadie se lo hiciera.
-Te quiero -le dije mientras le besaba la cabeza. Ella sonrió y dijo lo mismo. Sé que entiende lo que significa, lo noto en su voz. Mientras se va quedando dormida me prometo a mí mismo que saldré de esta habitación y me llevaré a ella conmigo.
Entonces, pasa. Me despierto y ella no está. Sabía que era cuestión de tiempo, solo me hice creer a mí mismo que no pasaría. Lloro, grito, voy al respiradero.
-¿QUÉ HABÉIS HECHO CON ELLA? ¡TRAÉDMELA DE NUEVO! -grito mientras golpeo el respiradero.
-¡No te preocupes! -contesta la voz a la que ya estoy acostumbrado-. Ella está bien. ¡Está en otro lugar! Es algo en lo que hemos estado trabajando este tiempo. ¿Te gustaría verlo?
Estoy confundido, enfadado, asustado. Luchar no tiene ningún sentido. Este es mi maestro. Él tiene el control, mi voluntad. Me seco las lágrimas y le digo que sí. Le ruego, de hecho. Le digo que seré bueno, que haré lo que quiera, que no intentaré escapar o golpear las paredes o hacer nada malo.
-Solo, por favor, déjame estar con ella. Por favor.
-Ahora mismo -dice riéndose de mí con sus palabras.
-¡POR FAVOR! -grito, lloro y suplico. No puedo hacer esto sin ella, lo sé. Haré lo que sea para estar con ella. 
La voz me deja solo otra vez y yo quiero morir. Haría cualquier cosa por suicidarme y acabar con esto de una vez por todas pero no puedo dejarla. Ella me necesita y le prometí que nunca la dejaría. Lloro y grito en un rincón hasta que empiezo a toser sangre. Finalmente, vomito y me desmayo de agotamiento.
Me despierto en un lugar extraño. ¿Es esto un sueño? Debe serlo. Hay árboles y hierba. El hermoso cielo está sobre mí. ¡No estoy en la prisión! ¡Esto no puede ser real! Pero lo es. ¡Realmente lo es! Espera. ¿Esto significa...?
Corro. Corro por todas partes en su búsqueda. Él me lo prometió. Tiene que estar aquí. Empiezo a aceptar mi nuevo hogar. Miro a mi alrededor y me doy cuenta de que estoy todavía encerrado pero esta vez en un sitio más grande. Veo que enormes vallas blancas de unos 6 metros rodean el área. Me preocuparé de eso cuando esté otra vez con ella. Ahora mismo solo quiero encontrarla. Los árboles son tan hermosos. Todo es tan bonito. Solo la necesito a ella.
Finalmente, la oigo. Ella grita de alegría y corre hacia mí. Nos abrazamos, lloramos y nos besamos apasionadamente. Estoy feliz. Estoy tan feliz de que me hayan dejado estar con ella de nuevo. Estoy completo ahora y puedo relajarme. Después de calmarnos, decidimos investigar este nuevo lugar.
Deambulamos durante horas de pared a pared por la habitación. Quienes sean nuestros captores, realmente se esforzaron en este lugar. Hay un río que fluye por todas las inmediaciones y una máquina gigante que llega hasta el cielo, por encima de la parte más alta de la valla. Cuando nos acercamos, nos ofrece comida. Toda la comida que hubiéramos podido desear. Y está deliciosa. Esto es increíble. Probamos todo lo que podemos hasta llenarnos por completo. Estamos tan felices juntos. Pero todavía... hay algo que aleja a este nuevo lugar de la libertad. Esas malditas paredes. Si alguna vez somos libres para saber quiénes somos realmente, dónde estamos en verdad, tendremos que pasar esas paredes. Así que por ahora debemos idear un plan.
Los días pasan. Nos lo pasamos bien los dos en nuestro pequeño paraíso, mientras intentamos de forma secreta encontrar alguna forma de escapar. El hombre del respiradero nunca nos habla aquí pero todavía sé que está observando. Están mirando aún. Lo siento cada segundo del día.
Un día se nos ocurre algo. Cuando ella lo ve, se entusiasma.
-¡Mira! ¡Mira! -me susurra. Estoy orgulloso de su dominio del idioma. Lo ha estado aprendiendo de mí durante este tiempo.
Lo que vimos fue un árbol, igual que los otros. Este, sin embargo, estaba peligrosamente cerca de la pared y era lo suficientemente alto como para escalarlo y saltar. Sería una gran caída pero merecería la pena llegar hasta el fondo de toda esta mierda. Esta es. Lo sé. Esta es nuestra salida.
Aunque debemos tener cuidado. Le digo que tenemos que esperar y tranquilizarnos. Si lo hacemos deprisa sin pensar, podemos joderlo todo. Ella lo entiende, lo sé, pero no le gusta. Le digo que debemos aguantar uno o dos días y descubrir la mejor forma de hacerlo. Sé que ellos están encima de nosotros. Están esperando a que movamos ficha y puedan castigarnos. Van a separarnos o meternos de nuevo en esa pequeña habitación o ambas cosas. Y NO puedo dejar que eso ocurra. De ninguna manera.
Esa noche oí de nuevo a mi viejo amigo. Me desperté con su voz susurrante. Miré a mi alrededor pero no vi nada. La voz está por todas partes y por ningún lado. ¿Está en mi cabeza? ¿La estoy imaginando? No lo sé. No estoy dispuesto a arriesgar si es tan solo mi imaginación, así que le contesto:
 -¿Qué quieres? ¿Qué nos has hecho? ¿Dónde estamos?
Él ignora todas mis preguntas. No me sorprende lo más mínimo. Él me dice, me advierte. Conoce nuestro plan. Lo SABÍA. No tenemos secretos con nuestros captores. Están por todas partes, siempre observando.
-Olvídalo -me dice-. Disfruta de tu nueva casa.
-PRISIÓN -le corrijo-. Esta es una jodida prisión. Todo lo que he querido desde que me desperté aquel día era la maldita verdad y nunca he conseguido nada de ti. Estás jodidamente enfermo. He estado aquí preso durante meses, AÑOS, ¡CUÉNTAME AL MENOS QUIÉN SOY!
La voz se ha ido. Empiezo a caminar pensando en todo esto. Hoy es el día. Nos vamos de aquí. No importa qué hay al otro lado de la valla, sé que tiene que ser mejor que esto. La libertad está detrás de esa valla.
El sol sale y camino hasta ella. Supongo que se estará despertando ahora. Cuando llego a donde dormimos veo que no está. Ella nunca escaparía de mí así. ¿Dónde está...? oh, no... ya está marchando hacia allá. ¿También llegó hasta ella la voz esta noche?
Corro hacia el árbol. Sé que ella está allí. Sé que lo está. Cuando llego, la veo ya a mitad de camino.
-¡ESPERA! -grito. Ella mira hacia mí y me sonríe. Me hace gestos para que suba yo también. Todavía estoy asustado pero me doy cuenta que no puedo permitirme estarlo. Tengo que levantarme contra ellos, esos cabrones. Voy a por ello con todo lo que tengo.
Juntos los dos escalamos el árbol. Subimos más alto y más alto y, finalmente, FINALMENTE estamos cerca del final. Ella llega hasta la rama más alta y se apoya sobre la pared. Yo la miro a la cara y veo una expresión de total y desenfrenado éxtasis. Ha ganado. Lo sabe. Lo que sea que vea desde ahí, ella sabe que es su libertad. Sonríe hacia mí y veo una ingenua curiosidad en sus ojos. Sin poder esperarlo más, me alcanza, me besa y escala por la pared.
¡MIERDA! Oigo que se agarra a lo alto de la valla y llega al otro lado con una caída. Grita y escucho que su cuerpo ha golpeado el suelo. Por favor, deja que esté bien. ¡No permitas que le pase nada! Sin pensarlo, escalo hasta lo alto de la valla y salto.
La caída es dura para mí también. Cuando aterrizo, siento un dolor que nunca había sentido, ni siquiera con las cicatrices. De todas formas, no creo que nada esté roto. Si lo está, estoy muy preocupado por ella como para centrarme en ello. Está llorando y agarrándose la pierna. La compruebo pero parece estar bien. Sin embargo, algo en ella es diferente. A lo mejor es por la luz o por haber golpeado la tierra tan fuerte pero su piel está más áspera. Está sucia. Yo también. Finalmente, me levanto y examino el lugar en el que estamos ahora.
Caímos sobre barro. Tierra y barro. Estamos amoratados, heridos y asustados. Pero al menos somos libres. Al menos tenemos una oportunidad. Miro hacia la pared que habíamos escalado, orgulloso de nuestra proeza. Después oigo algo. Un poco más lejos hay otro edificio: uno enorme con forma de platillo y cuya puerta mecánica se había abierto.
Caminamos hacia allí lentamente, con cuidado de no hacernos más daño. Mis piernas me están matando pero debo saber qué es eso. Según nos acercamos, el edificio hace un ruido estruendoso que nos detiene. Por la puerta salen... otros. La única otra gente que he visto.
Debe haber una docena de ellos al menos. Sin embargo, no son exactamente como nosotros. Son más altos, más delgados y llevan ropa. El tono de su piel es mucho más claro que el nuestro y sus dedos parecen ser más largos. Son como nosotros pero tienen algo muy diferente. Uno de ellos se acerca. Se detiene a unos 5 o 6 metros de nosotros. Nos mira con intensidad. Todo lo que podemos hacer es mirarlo nosotros también. Cuando finalmente habla, me deja impactado. Este hombre, este hombre al que estoy mirando a la cara, es el del respiradero. Él es la voz que me mantuvo encerrado y atormentado durante tanto tiempo. Él es mi único amigo y mi único enemigo.
-¿Qué habéis hecho? -nos pregunta a los dos. No puedo distinguir por sus ojos grandes y negros si está enfadado o triste-. Habéis arruinado todo lo que hemos hecho para vosotros.
-¡JÓDETE! -le grito-. ¡No volveremos a ser tus malditos esclavos nunca más!
Él nos mira en silencio durante lo que parecen ser unos minutos. Después, se gira hacia sus iguales, que aún están dentro del edificio, suspira y nos vuelve a mirar.
-Sabíamos que era cuestión de tiempo. A partir de ahora tendréis que hacer las cosas vosotros solos. Este es, me temo, el único modo de aprender.
No sé qué decir. No estoy seguro de qué significa eso. No estoy seguro de si me preocupa. Solo lo miro aferrándome a mi amada. No importa, no tendré que volver a hacer las cosas como antes. Eso es lo que realmente importa.
Él vuelve al edificio y la puerta se cierra. De repente, sucede algo sorprendente: el edificio entero se eleva en el aire. Con un gran destello, las paredes y todo lo que era nuestra prisión se esfuman sin dejar rastro. El edificio volador se eleva aún más alto y más alto en el aire hasta desaparecer. Ahora, finalmente, estamos solos.
Juntos vagamos por el área en busca de respuestas. Estoy empezando a sentirme incómodo. Tengo hambre y por primera vez que yo recuerde, no tengo comida. No hay dispensador, ni máquina, ni bandeja mágica esperando por mí. Solo somos yo, ella y el mundo.
Estos últimos dos años, las cosas han sido bastante diferentes. Estábamos muy perdidos cuando se fueron. Me odio a mí mismo por decir esto pero quiero que vuelvan. Quiero oír su voz otra vez, tener comida, que me limpien y que me cuiden. La comida que consumimos ahora es horrible. Nuestra forma de vida es terrible. Ahora nos ensuciamos y nos herimos. Da igual donde durmamos, no nos lavamos ni nos curamos como antes. Nos levantamos de la misma forma que nos fuimos a dormir. Tenemos que limpiarnos y cuidarnos nosotros mismos. No fue hasta que se marcharon cuando nos dimos cuenta de cuánto los necesitábamos.
Hace frío. Tenemos que matar a los animales que deambulan por aquí y ponernos sus pieles para mantenernos calientes. Nos sentimos estúpidos, sucios e indefensos. Odiamos lo que somos ahora. A veces me despierto en la noche y trato de traer su voz a mi cabeza de nuevo. Intento hablar con él y espero y espero a que me conteste. Pero no lo hace. Quienes quiera que fueran, se han marchado. Solo estamos Eva y yo ahora. Al igual que cuando nos conocimos, sé que pase lo que pase, nos tendremos el uno al otro. Esto me ayuda a continuar a veces.
Aquí nos hemos acercado aún más el uno al otro. Ella está embarazada, así que hemos trabajado duro para construir un refugio agradable para nuestra familia. Es difícil pero sé que podemos hacerlo. Muchas noches ella llora y yo la abrazo y le acaricio la cabeza.
-¿A dónde crees que han ido, Adán? ¿Crees que volverán alguna vez y nos ayudarán?
Yo sé que no pero trato de ser valiente por ella.
-No lo sé. A lo mejor sí. Ellos nos aman. Sé que todavía nos quieren.
Le doy un beso en la cabeza como ya he hecho tantas veces antes. Espero, más que nada en el mundo, que lo que le acabo de decir sea cierto.

Traducido por Nyx.



domingo, 19 de abril de 2015

El baile de las sombras



Examiné la oscuridad.
Sabía que en trance estaba.
Cuando mi cabeza giró hacia la tenebrosidad,
vi a las sombras que bailaban.

Las voces decían
hazlo, hazlo, muere.
Sentía que el cráneo se abría.
Al menos debía probar suerte.

No podía soportar a las voces gritando,
arrodillado sobre el balcón de madera.
Me parecía estar soñando,
pero esa visión era verdadera.

Me precipité hacia la muerte.
Vi cómo el suelo se acercaba.
Los huesos desgarraron la piel dejándola inerte.
Sabía que mi vida se terminaba...

Acabas de leer mi historia.
Mirarás por el rabillo del ojo en breve 
y me oirás gritarte con voz afónica,
hazlo, hazlo, ¡muere!


Traducido por Nyx.


domingo, 12 de abril de 2015

Todos los monstruos son humanos



Siempre le has tenido una pequeña fobia ridícula a los espejos. Eso nunca ha interferido en tu vida, excepto en alguna ocasión sin importancia. Cerrarías los ojos durante una invocación a Bloody Mary de esas que se hacen en secundaria y correrías para pasar cuanto antes todos los espejos en un pasillo oscuro. Pero esas son cosas que cualquiera que se haya criado en el terror y el gore consideraría más una costumbre que una rareza.
Una noche, tarde, te estás preparando para salir con unos amigos. Sientes que tienes la cara sucia, por lo que decides arreglarte en tu piso donde te puedes limpiar con tus cosas. Todos están por ahí, sacándose fotos y en general pasándoselo bien cuando tú decides lavarte y maquillarte de nuevo. Piensas que la forma más rápida de hacerlo es como en los anuncios, en los que para desmaquillarse de una sola vez se echan agua con los ojos bien cerrados y empapan por completo el suelo del baño. Echas un vistazo para estar segura de que tus amigos no se dan cuenta de tu momento de duda al cerrar los ojos y lavarte sin mirar al espejo.
Mientras te aclaras la cara, tus ojos se abren para ver a tu reflejo sostenerte la mirada, lo que no es inusual. Sin embargo, lo que sí es extraño es que cuando estás saliendo, el otro tú no lo hace. Os miráis con los ojos bien abiertos y esperáis a ver qué pasa después. Te giras hacia tus amigos para comprobar si ellos están viendo lo mismo que tú y te encuentras con que sus sonrisas se están ensanchando, demasiado como para ser humanas. Sus ojos se vuelven tan negros como el carbón y empiezan a caminar hacia ti. Tu reflejo y el de tus amigos empiezan a gritar. Tus amigas se lanzan hacia sus dopplegängers*.
Siempre supiste que estabas en el lado incorrecto.
Cuando tus ojos empiezan a arder de una forma totalmente dolorosa pero placentera, tu sonrisa se ensancha mucho. Demasiado.


*Dopplegänger: es un doble de una persona real o alguien que se le parece mucho. Se habla de dopplegänger cuando un individuo se asemeja a otro que existió en una época pasada o cuando alguien nos recuerda a otra persona que conocemos sin tener ningún tipo de parentesco. A veces se considera un fenómeno paranormal, en el que un individuo ve a otro en un lugar en el que no suele o no debería estar. Los supersticiosos dicen que ver el dopplegänger de otra persona o el nuestro propio trae muy mala suerte.


Traducido por Nyx.