domingo, 8 de marzo de 2015

El asesino del asiento trasero


La mujer iba conduciendo a casa después de una reunión de trabajo que había terminado tarde por la noche. Encendió la radio y una canción que le gustaba empezó a sonar. Despreocupada, se puso a cantar.
Empezó a llover bastante. Ella suspiró y activó el limpiaparabrisas. Unos 10 minutos después un coche apareció detrás de ella pero no le dio importancia. De repente, el coche que la seguía apagó y encendió las luces y se acercó a ella un poco más. La mujer abrió la ventana y movió la mano porque pensaba que quería pasar. Sin embargo, en vez de adelantarla, el coche se quedó detrás.
La mujer, un poco confundida, puso los ojos en blanco y continuó su camino. Unos minutos más tarde, el coche encendió y apagó las luces de nuevo y se acercó al parachoques, casi chocando con ella. "¡Imbecil!" gritó ella y aceleró un poco para alejarse de él.
Se estaba empezando a enfadar. No le sorprendió que el coche se volviera a poner justo detrás de ella, apagando y encendiendo las luces, pero esta vez también tocando el claxon. El coche se acercó más y la mujer se empezó a preocupar. Ella se hizo a un lado para ver si pasaba pero en vez de eso, siguió detrás. Aterrorizada, aumentó más la velocidad  con la esperanza de perderlo. Solo estaba a unos 5 minutos de casa y suspiró aliviada ya que parecía que la había dejado en paz.
De repente, el coche apareció de nuevo detrás de ella, tocó el claxon y aceleró para ponerse a su lado. Ella miró dentro del coche y vio que el hombre que lo conducía le estaba indicando que parara. Afortunadamente, llegó a casa a tiempo y, sin coger sus cosas, salió del coche y corrió adentro. Cerró la puerta con llave y llamó inmediatamente a la policía para denunciar el acoso.
Después de colgar, miró por la ventana y vio que el hombre se había bajado del coche. Estaba acercándose al de ella lentamente con lo que parecía un palo de golf. Desconcertada, la mujer fue hasta la puerta principal y al abrirla vio que el hombre estaba arrastrando a alguien desde el asiento trasero de su coche. En ese momento, la policía llegó, esposó al intruso y sacó un hacha del asiento de atrás. 
El hombre del coche que iba detrás de ella resultó haber visto al intruso levantando el hacha para matarla y estaba intentando avisarla de ello. Todas las veces que apagaba y encendía las luces, el intruso se echaba para atrás en el asiento.

Traducido por Nyx.

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