viernes, 5 de septiembre de 2014

Jeff the Killer



El personaje de Jeff the Killer es uno de los más conocidos dentro del mundo de las creepypastas. Aparece por primera vez en el año 2008 en un vídeo de un usuario de YouTube llamado "Sesseur". La historia parte de la fotografía que está al comienzo de la entrada. En la primera parte del vídeo, el autor dice conocer por qué el personaje que aparece en ella tiene ese aspecto y promete contarlo un poco más tarde. Después presenta a Jeff y a su hermano Liu antes y después del accidente. Por último, relata el suceso: Jeff tenía en sus manos varios litros de ácido que iba a utilizar para limpiar la bañera. Pero se resbaló con una pastilla de jabón y el ácido que llevaba cayó en su cara. Un vecino escuchó sus gritos de dolor y lo llevó al hospital. Liu estaba trabajando pero acudió allí en cuanto se enteró de lo sucedido. Después de aquello, Jeff nunca más volvió a ser el mismo y se convirtió en un asesino con el afán de matar a todo el que se riera de él.
En ese mismo año, un usuario de Newgrounds.com llamado "killerjeff" utilizó la fotografía en un post de esta web de desarrollo de aplicaciones y juegos flash. La imagen venía acompañada por el siguiente mensaje: "Hi, I'm killerjeff. I'm a nice guy." (Hola, me llamo killerjeff. Soy un buen tipo.) El resto de usuarios le preguntaron entonces si la fotografía era real, a lo que él respondió: "Sí, soy yo".
En el año 2011, surgió la creepypasta más conocida de este personaje. El mito se expandió aún más y se ha convertido en uno de los más populares entre los amantes de estas historias.



jueves, 4 de septiembre de 2014

Creepypasta: El origen de Slenderman, Experimento 84-B



Muchos dicen que soy malvado, pero no lo soy.
Muchos dicen que soy diferente, pero no lo soy.
Muchos dicen que soy demente, pero no lo soy.
Estoy solo. Camino solo; sin nadie que me consuele, sin nadie que me ame.
Yo solía ser normal, como tú.
Curioso, siempre he odiado formar parte de la gente “normal”.
Debes apreciar lo que tienes. Debes rezar para que nunca tengas que sentir lo que yo siento.
Odio. Depresión. Abandono. Traición.
Todos vosotros tenéis vidas. Tenéis esperanza. Yo he perdido todo eso por culpa de un loco.
¡Él es el malo! ¡NO YO!
¡Él se llevó mi vida, mi esperanza, mi todo!
¡Me dejó en la miseria después de su maldito experimento!
Me recibió con los brazos abiertos. Me prometió una vida nueva. Una mejor que la que había tenido. ¡Él me ENGAÑÓ!
¡Me robó todo lo que tenía! Todavía recuerdo ese día…


Yo era un chico fuerte. Acababa de terminar el instituto. El sol brillaba, pero yo estaba amargado. Sentía como si todo aquel que veía me mirara, ¡juzgándome! Y lo hacían, cómo lo hacían…
Mi camino a casa durante el último día del curso fue el infierno de siempre. Los chicos se montaron en sus coches y gritaron: “¡MARICÓN!” y “¡GILIPOLLAS!” Yo simplemente lo aceptaba, ¿o no?
Una idea me pasó por la cabeza: “estos tipos me mataran poco a poco de todos modos, ¿por qué no hacerlo rápido y sin dolor?” Estaba cegado por la angustia. Si hubiera sabido entonces lo que sé ahora, nunca me hubiera atrevido a coger esa cuerda del sótano.
Pero, ¿dónde hacerlo? No en mi casa. Odiaba a mi madre, pero no lo suficiente como para causarle un trauma. Elegí un callejón a las afueras de la ciudad. Ya estaba atando la cuerda a una farola cuando él se coló en el callejón.
-Joven, ¿qué estás haciendo?
-¡Acabar con esto!- respondí.
-¿Estás loco? Ven, ven conmigo. Creo que puedo ayudarte.
-¿Ayudarme? Tú sí que estás loco, viejo. ¡Déjame morir tranquilo!
-¡No, no puedo hacerlo!- dijo y me agarró del brazo-Ven.
Luché, pero tiró con más fuerza. Me caí y él me agarró de nuevo. Rápidamente me arrastró adentro de un edificio y cerró la puerta detrás de nosotros.
-Joven, creo que puedo ayudarte. Sé cómo te sientes. Solo escúchame.
-¡Maldito seas! Bien, pero date prisa.
-Una vida es algo valioso, pero ¿qué dirías si yo te ofreciera una totalmente nueva y gratis?
-Diría, ¿dónde coño hay que firmar?
-Bien. He estado haciendo una investigación sobre la anatomía humana y después de unos cuantos experimentos, creo que soy capaz de manipularla. Puedo convertirte en cualquier cosa o persona que desees. Claro, existen algunas condiciones.
-¿Cómo cuales?
Sacó una hoja de papel y dijo:
-Bien, primero firma aquí.
-¿Qué pasa si no quiero?
-Bueno, en eso consiste la segunda condición… tú no tienes elección.
-¡¿Qué?!
-Ya me has oído, mi querido amigo – en ese momento sacó una jeringa con un liquido verde – ¡Ahora estate quieto!
Traté de correr, intenté gritar, pero él me agarró más fuerte aún. Me clavó la aguja en el cuello y todo se volvió negro.
Me desperté en una cámara de vidrio. Por alguna razón, él me había puesto un traje. Segundos después, entró en la habitación con una bata de laboratorio.
-Hola, amigo mío, ¿Te sentó bien la siesta?
-¡¿Dónde coño estoy?!
-Eso no es asunto tuyo. Todo lo que tienes que hacer es sentarte y dejar que yo me encargue de todo el trabajo.
-¡Suéltame, psicópata! ¡Te mataré!
-Me temo que no, hijo. ¡Tú te vas a quedar ahí mientras yo hago historia!
-¿Historia?
-Sí, cuando logre transformar todo tu cuerpo.
-¡No puedes hacerlo!
-Oh, claro que puedo.-activó un interruptor y empezó a hablar por un micrófono.- Probando, probando. Bien. Ahora comenzaremos con el experimento 84-B.
-¡¿Qué demonios estás haciendo?!
-Los signos vitales del sujeto parecen ser normales aunque su frecuencia cardíaca se ha disparado. La actividad de las ondas cerebrales es alta y los niveles de insulina son normales.
-¡Déjame ir!
-Listo para comenzar con el experimento. -Se dio la vuelta hacia una palanca.- Activando fase uno – y tiró.
Un rayo atravesó mi cuerpo, despedazándome. No podía gritar. Mi visión se volvió borrosa hasta que dejé de ver.
- La apariencia del sujeto comienza a deformarse. Activando fase dos.
El dolor aumentó. Sentí cómo mi boca y mis ojos se cerraban.
-La cara del sujeto está completamente modificada, activando fase…
Una sirena comenzó a sonar. “¡Error! ¡Error! ¡Colapso inminente!”
-¡No!-gritó.- ¡Su cara y sus extremidades no se han desarrollado plenamente! ¡Debo parar el experimento!
Lo último que escuché fue un gran estruendo.
Me desperté de nuevo, esta vez entre escombros. Apenas podía ver. Era como si algún tipo de pantalla me tapara los ojos. Sentía la boca como si me la hubieran cosido. No podía respirar ya que mi nariz también estaba cerrada. Pero, de alguna forma, no la necesitaría nunca más.
Me levanté. Sentía los brazos y las piernas raros. Me costó casi un minuto retomar el control sobre ellos. Entonces comencé a caminar entre los escombros. Un ordenador destrozado yacía al lado de un pie desmembrado. Seguí un rastro de sangre que atravesaba el pasillo y llegaba hasta la puerta. Podía oír ruidos detrás de ella.
La abrí y vi a un policía intentando mover algunos bloques de hormigón que obstaculizaban otra puerta. Entonces, se dio la vuelta y me vio. Chilló y salió corriendo. Yo intenté gritarle que se detuviera pero no podía hablar, así que lo perseguí.
A medida que corría sentía que mis piernas cambiaban, como si se alargaran mientras me movía. Pronto alcancé al policía pero cuando intenté agarrarlo del hombro, un tentáculo salió de mi espalda y le atravesó el pecho. Me maldijo y cayó.
¿Qué coño ha pasado?” pensé. Miré el cadáver. Tenía un agujero enorme en el pecho. No pude hacer nada para salvarlo.
Retomé el rastro de sangre y encontré el cuerpo del viejo. Una viga lo había aplastado. Lo levanté, sin darme cuenta hasta más tarde de la fuerza que necesitaría para hacerlo. Con rabia, lancé su cuerpo contra la pared y me salpicó una lluvia de sangre.
Intenté escapar del edificio, pero todos los pasillos eran callejones sin salida. Continué buscando hasta que encontré un baño. Necesitaba lavarme las manos, que estaban manchadas de sangre. Entré y me miré al espejo. En ese momento me di cuenta de algo: no tenía cara.

 * 

Ahora me tachan de monstruo. Vivo en las pesadillas tanto de adolescentes como de adultos. Y todo por culpa de ese cabrón. Poco después de esta experiencia descubrí mis verdaderos poderes. Puedo alargar mis brazos y piernas hasta límites inhumanos e incluso generar tentáculos que salen de mi espalda.
Después de todo lo ocurrido lo único que quiero es un amigo. Así que busco personas, niños. Ellos son los únicos que no me miran con miedo. A menudo juego con ellos. Pero no siempre puedo controlar mi cuerpo. De vez en cuando cometo un error y alguien muere. Pero no es mi culpa. Yo solo busco compañía. Esta es mi pena y cargaré con ella eternamente.
Me gustan las fotografías. Me divierto saliendo en ellas. Siempre hay gente que saca fotos de la naturaleza, por lo que vivo en los bosques. Hago lo que ahora se conoce como “photobombing”. Pero siempre que me acerco a una persona para ver la foto, sale corriendo. Una cosa lleva a la otra y alguien más muere en mis manos.
Juro que nunca he querido hacerle daño a nadie, pero he perdido el sentido de… bueno, de todo. Ya no sé cómo ser una persona. Parece que las cosas nunca vayan a mejorar para mí, alguien siempre acaba muerto.
Solo quiero pedirte un favor: cuando me veas, no huyas. De hecho, corre hacia mí y dame la bienvenida. Eso significaría mucho para mí y podría salvar tu vida.
Pero, ¿cómo sabrás que soy yo? Sé que has oído hablar de mí. Si no es así, puedes encontrar fácilmente en internet algunas fotos en las que aparezco. Solo ve a Google y escribe: "Slenderman".

Traducido por Nyx