martes, 23 de junio de 2015

Las tres de la mañana

Mi prima se ha venido a América hace poco desde Secunderabad, India. En un viaje reciente por carretera para conocer el continente, íbamos diciendo tonterías, contándonos historias de fantasmas y riéndonos de las similitudes y diferencias entre las originarias de América y las de India cuando le pregunté si había tenido alguna experiencia paranormal. Ella abrió mucho los ojos al mismo tiempo que desviaba la mirada hacia la ventana. Cuando me estaba hartando del silencio, me respondió en voz baja:
-Sí. Algunas. Una muy perturbadora.
"Durante el segundo año de facultad, me alojé en una residencia solo para chicas. Hice varias amigas y todas estábamos felices por estar en la universidad lejos de nuestros conservadores padres. Estar en la residencia era muy divertido pero el edificio era muy, muy antiguo. Solo había electricidad en las habitaciones. A veces, si estaba el vigilante, se ponían velas en las ventanas pero normalmente una vez que salías de los dormitorios, te encontrabas en oscuridad absoluta. Solíamos despertar a alguien para que nos acompañara si necesitábamos ir al baño al final del pasillo. Todas teníamos un miedo infantil a estar solas en la oscuridad.
Una noche tenía que ir al baño. Eran más o menos las 3 de la mañana. Me acerqué a la cama de mi amiga y le di un golpecito en el brazo. Abrió los ojos tan rápido como la toqué. Me disculpé por molestarla y le dije que tenía que hacer pis. Me sonrió y saltó de la cama. 
Todo el tiempo que tardamos en recorrer el pasillo, estuvo riéndose y bailando. No podía verla pero oía que sus pulseras chocaban y las campanitas en sus tobillos tintineaban dulcemente. Era muy tranquilizador. Me reí y comencé a mover yo también las caderas con ella, aunque estaba muy cansada para hacer movimientos elaborados de brazos. Ella no me dijo nada. A veces la oía tararear una de sus canciones favoritas de Bollywood. Lo mismo hicimos en el regreso. Me quedé dormida en seguida.
A la mañana siguiente, me desperté bastante tarde por el ruido que hacían unos hombres en nuestra habitación. Habían rodeado su cama. Salí corriendo de la mía, preparada para proteger a mi amiga cuando me di cuenta de que eran los gerentes de la residencia. Me acerqué más. Los ojos sin vida de mi amiga miraban fijamente hacia mi cama, la misma sonrisa en su cara. Suicidio.
La hora de la muerte fueron las 23:30, casi 4 horas antes de despertarla."

Traducido por Nyx.